La construcción de la Línea 6 del Metro podría impactar directamente en zonas federales de los arroyos La Talaverna y Conductores, ubicados en el municipio de San Nicolás. La empresa Mota-Engil solicitó una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) ante la Semarnat para avanzar con la obra, la cual incluye la edificación de Patios, Talleres y pilares en cauces naturales. A pesar de ser infraestructura estratégica, el proyecto reaviva preocupaciones ambientales por intervención en cuerpos de agua, justo cuando el estado aún no atiende irregularidades previas en la Línea 4.
Construcción De Infraestructura En Zonas Federales
Para ejecutar parte de las obras de la Línea 6, Mota-Engil planteó intervenir directamente dos cuerpos de agua: el Arroyo Conductores y el Arroyo La Talaverna. En su solicitud a la Semarnat, la empresa expone que en el lecho del primero se instalarán los Patios y Talleres, mientras que en el segundo se construirán dos pilares de un viaducto elevado.
Ambos cauces se localizan en el sector La Fe, en San Nicolás, y más adelante convergen en Apodaca, para luego desembocar en el Río Pesquería. La zona es considerada federal, por lo que cualquier tipo de ocupación requiere permisos ambientales rigurosos.
Pese a su justificación técnica, la propuesta ha generado inquietudes sobre su impacto ecológico. El predio en cuestión cuenta con una comunidad arbórea de diversidad baja a moderada, típica de zonas urbanas, según admite la propia MIA. No obstante, su alteración podría generar afectaciones hídricas y ecosistémicas, particularmente en temporada de lluvias.
Mientras que construcción de Línea 4 del Metro invade con rellenos al Río Santa Catarina, para obras de la Línea 6 fue solicitada la autorización de la Semarnat para ocupar zonas federales de los arroyos La Talaverna y Conductores, en San Nicolás.https://t.co/UKyhnOfeRb
— EL NORTE (@elnorte) June 30, 2025
Impacto Ambiental Y Uso De Territorios Con Valor Hídrico
Según la empresa, los Patios y Talleres son “componentes críticos” del proyecto, ya que ahí se concentrarán funciones clave como mantenimiento mayor y menor, pruebas de vagones, subestaciones eléctricas, almacenes y oficinas administrativas.
Sin embargo, el documento también reconoce que estos elementos se desarrollarán en una zona natural intervenida, lo que implicará remover vegetación y alterar el entorno original de los cauces. La instalación de pilares sobre el Arroyo La Talaverna también podría modificar su dinámica hidráulica.
Lo que genera mayor inquietud es que este no sería un caso aislado. Apenas el sábado, se reveló que el gobierno estatal incumplió el retiro de rellenos colocados ilegalmente sobre el Río Santa Catarina durante la construcción de la Línea 4, algo que la Conagua ya había ordenado eliminar hace más de un mes. Hasta ahora, las autoridades no han fijado una fecha para cumplir con esa disposición.
Persisten Irregularidades Y Falta De Transparencia Estatal
Estos antecedentes evidencian un patrón preocupante: los proyectos de transporte en Nuevo León avanzan sobre zonas hídricas sin que se garantice una gestión ambiental responsable. La Línea 6, aunque aún en etapa de planeación, parece repetir errores ya señalados por autoridades federales.
Mota-Engil justifica su propuesta como necesaria para la eficiencia del sistema, pero no se ha informado públicamente cómo se mitigarán los efectos negativos. Tampoco hay evidencia de consulta con expertos independientes ni con comunidades cercanas a los cauces afectados.
Mientras tanto, el gobierno del Estado mantiene silencio frente a los incumplimientos en la Línea 4, cuyo relleno en el Río Santa Catarina representa un riesgo real ante la temporada de lluvias. La omisión podría tener consecuencias severas en caso de desbordamientos, lo que pone en entredicho la responsabilidad con la que se están ejecutando las obras públicas.
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