Mientras la mayoría de los políticos en funciones mantienen una presencia digital modesta, Mike Flores ha tomado otro camino: uno que se mide en millones. Desde agosto de 2024, el excoordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano en el Congreso local ha invertido más de 4.3 millones de pesos en publicidad pagada en redes sociales, a pesar de no haber competido en ninguna elección.
El dato no es menor. Flores llegó a su curul por la vía plurinominal y comenzó a promocionar su imagen antes siquiera de asumir el cargo. Desde entonces, su nombre ha encabezado rankings nacionales de gasto publicitario en Meta, por encima de gobiernos estatales, partidos políticos y figuras con mucho mayor alcance y responsabilidad.

Promoción constante, sin campaña de por medio
Entre los casos más llamativos, figura la semana del 30 de enero al 5 de febrero, cuando Mike Flores encabezó la lista nacional de gasto con más de 208 mil pesos invertidos en tan solo siete días. Un mes antes, entre el 2 y el 8 de diciembre, repitió la hazaña con un gasto de 187 mil pesos, superando incluso lo destinado por el Gobierno estatal y otras entidades como MC Nuevo León y el Ayuntamiento de Tlalnepantla.
En los últimos 90 días registrados hasta el 10 de junio, su inversión alcanzó los 1.3 millones de pesos. Solo en ese periodo, ocupó el séptimo lugar nacional en gasto publicitario, rebasando a organismos federales como la Secretaría de Gobernación, organizaciones como Greenpeace México, y figuras como Jorge Romero y el mismo gobernador Samuel García.
El contraste con otros legisladores
Este gasto sobresale aún más cuando se compara con el de otros actores políticos de Nuevo León. El senador morenista Waldo Fernández, por ejemplo, invirtió 451 mil pesos en el mismo periodo. Lorena de la Garza, diputada priista y presidenta del Congreso local, apenas superó los 200 mil pesos. Es decir, Mike Flores gastó más del doble que cualquier legislador nuevoleonés, y en algunos casos, hasta seis veces más.
Todo esto ocurre en ausencia de una contienda electoral, lo que genera suspicacias sobre el verdadero objetivo de su exposición mediática. Aunque no hay un proceso en curso, la intensidad de su campaña personal en redes ha hecho crecer las especulaciones sobre sus aspiraciones futuras.
Del anonimato político a figura digital
A la par de su presencia digital, Flores también ha transformado su imagen profesional. Si bien en un inicio solo se conocía su paso por una empresa familiar de transporte y su licenciatura en Administración de Empresas, ahora se presenta como estratega financiero, estudiante de Derecho y candidato a un doctorado en Ciencias Políticas.
En su perfil del Congreso local incluso se le atribuyen logros como la participación en la renovación de Fuerza Civil, todo en un intento por robustecer una carrera política que hasta hace poco era prácticamente inexistente. Este esfuerzo de “reposicionamiento” coincide con versiones que lo colocan próximo a asumir la Secretaría General de Gobierno, desde donde podría coordinar el llamado Gabinete de Buen Gobierno.
¿Precandidato anticipado o figura inflada?
Más allá del gasto, lo que preocupa a varios sectores es la intención detrás. Al no haber transparencia sobre los recursos utilizados ni un proceso electoral que lo justifique, hay quienes interpretan este despliegue como una precampaña disfrazada. Desde una posible plataforma para buscar la gubernatura en 2027 hasta una estrategia para fortalecer su peso interno en Movimiento Ciudadano, el caso de Mike Flores plantea dudas sobre los límites entre promoción legítima y uso excesivo de recursos.
Mientras tanto, su imagen sigue apareciendo en anuncios patrocinados, reels promocionales y publicaciones cuidadosamente diseñadas para posicionarlo como una figura “cercana, profesional y preparada”. El gasto no se detiene, aunque tampoco se aclara su propósito.
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