La esperada boda del multimillonario Jeff Bezos y la presentadora Lauren Sánchez en Venecia se ha visto sacudida por una serie de protestas que lograron modificar los planes iniciales de celebración. La presión de los manifestantes obligó a los organizadores a trasladar algunos de los eventos previstos lejos del corazón de la ciudad, lo que ha sido celebrado como una victoria por parte de los grupos inconformes.
Aunque el lugar definitivo de los festejos no se ha revelado oficialmente, originalmente se contemplaba culminar con una lujosa recepción en la histórica Scuola Grande della Misericordia, un emblemático edificio de Venecia. Sin embargo, las autoridades confirmaron que los invitados finalmente se reunirán en el Arsenal de Venecia, una antigua base naval ubicada más alejada del centro turístico.
NEW: Activists unveiled a giant banner at the Piazza San Marco in Venice, Italy ahead of Jeff Bezos’ wedding reading “If you can rent Venice for your wedding you can pay more tax” (Video: Everyone Hates Elon) pic.twitter.com/mdg9Ma0vRJ
— Marco Foster (@MarcoFoster_) June 23, 2025
Protestas contra boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez
El cambio de locación se produjo después de que grupos de ciudadanos se organizaran bajo el movimiento “No Space for Bezos” para manifestar su rechazo a la presencia del magnate y sus invitados. Tommaso Cacciari, vocero del grupo, expresó con orgullo el resultado obtenido: “No somos nadie, no tenemos dinero, pero logramos que una de las personas más poderosas del mundo modificara sus planes”.
Aunque las autoridades locales calificaron las protestas de exageradas y minimizadas, para los manifestantes representa un mensaje claro de resistencia ciudadana frente a la invasión del turismo de lujo. La movilización también fue apoyada por otros grupos, incluyendo activistas medioambientales y defensores contra el cambio climático, quienes cuestionan los excesos de las élites económicas.
Una celebración entre excesos y críticas
El evento de Bezos, uno de los hombres más ricos del planeta, ha atraído la atención mundial no solo por la boda, sino por los preparativos desmesurados. La lista de invitados incluye a celebridades como Kim Kardashian, Mick Jagger y Leonardo DiCaprio. Además, se espera que los aviones privados congestionen el aeropuerto de Venecia, mientras los yates de lujo saturen los canales y puertos.
Para garantizar la seguridad de los asistentes, se contrató incluso a exmarines estadounidenses. Cinco hoteles de la ciudad están completamente reservados para la ocasión. Este despliegue ha sido criticado como un símbolo de desigualdad y ostentación en una ciudad que sufre las consecuencias del turismo masivo y los riesgos del cambio climático.
“Esto no es solo una boda. Es una representación de un estilo de vida insostenible, donde los superricos se divierten mientras el resto del mundo enfrenta emergencias climáticas que ellos mismos contribuyen a provocar”, señaló Simona Abbate, de Greenpeace.
La tensión entre residentes y autoridades
Mientras los manifestantes celebran su logro, desde el gobierno local se acusa a los activistas de entorpecer un evento que podría beneficiar económicamente a la ciudad. Simone Venturini, concejal de desarrollo económico, afirmó que los protestantes actúan “como si fueran los dueños de Venecia”, recalcando que la boda es un evento privado con apenas 200 invitados selectos.
Para las autoridades, los visitantes adinerados como Bezos representan ingresos significativos para la ciudad, aunque el debate sobre los impactos del turismo excesivo en Venecia continúa. A pesar de aplicar una tasa turística de 5 euros por visitante, los residentes sostienen que esto no ha frenado la saturación que afecta la calidad de vida de quienes habitan la ciudad de manera permanente.
Los manifestantes denuncian que la ciudad ha sido transformada en un escenario privado para multimillonarios, con la posibilidad de rentar espacios históricos solo para sus celebraciones privadas. “Venecia ya no es vista como una ciudad, sino como un parque temático donde los poderosos hacen lo que quieren”, denunció Cacciari.
Protestas continúan a pesar de cambios
Aunque algunas acciones previstas fueron canceladas, los manifestantes mantienen su plan de realizar nuevas protestas durante los días de la boda. Incluso planeaban lanzarse a los canales con caimanes inflables para bloquear el paso de los asistentes. Si bien esta acción no se concretó, el movimiento “No Space for Bezos” mantiene su llamado para nuevas movilizaciones.
Para muchos residentes, la movilización no solo es una lucha contra el evento de Bezos, sino un llamado de atención sobre el modelo económico de Venecia, donde la explotación turística amenaza con vaciar la ciudad de sus propios habitantes. La llegada de los primeros invitados marca el inicio de días tensos, donde la fiesta privada de una élite choca con el descontento ciudadano.
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