Nuevo León se encuentra en el primer lugar a nivel nacional en cuanto a casos de tos ferina, una enfermedad altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños pequeños. En el reporte epidemiológico más reciente, se confirmó que de los 120 casos registrados en el país, 31 corresponden a Nuevo León, mientras que otros 56 casos están bajo investigación. Este aumento en los casos pone en evidencia la falta de campañas preventivas adecuadas por parte del gobierno estatal, que no ha logrado sensibilizar, ni garantizar la vacunación de la población en riesgo.
La tos ferina: una enfermedad prevenible
La tos ferina es una enfermedad bacteriana caracterizada por episodios de tos incontrolable que pueden ir acompañados de fiebre, congestión nasal, vómito y fatiga extrema. En casos graves, puede generar complicaciones serias, especialmente en niños menores de 5 años y en mujeres embarazadas. La prevención a través de la vacunación es clave para evitar estos brotes, pero en Nuevo León, la baja cobertura de inmunización ha resultado en un aumento alarmante de casos.
De acuerdo con la Secretaría de Salud estatal, solo 4 de los 31 casos confirmados de tos ferina tenían el esquema completo de vacunación, lo que señala un problema crítico en el cumplimiento de las medidas preventivas. Alma Rosa Marroquín, titular de la dependencia, reconoció que el incremento de casos se debe a un bajo nivel de vacunación en la población, algo que se podría haber evitado con un programa efectivo de concientización y campañas de vacunación.
La omisión del gobierno ante la crisis sanitaria por tos ferina
La falta de campañas preventivas adecuadas por parte del gobierno estatal se ha visto reflejada en la crisis sanitaria que enfrentamos. A pesar de contar con las vacunas disponibles en todos los centros de salud del estado, la información sobre su disponibilidad y la importancia de completar el esquema de vacunación ha sido insuficiente. La Secretaría de Salud de Nuevo León ha exhortado a la población a cumplir con las vacunas de los menores de edad, pero sin una estrategia de comunicación más fuerte, muchos padres de familia siguen sin comprender la gravedad de la situación.
El Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave) alertó a todas las unidades médicas del país sobre el aumento de casos de tos ferina, pero la respuesta del gobierno estatal ha sido tardía. Este aumento podría haberse prevenido si se hubiera implementado una campaña más agresiva de vacunación y educación, especialmente en zonas con alta vulnerabilidad, como las áreas rurales o aquellas con menos acceso a servicios de salud.
¿Qué se ha hecho mal?
A pesar de la disponibilidad de vacunas y la existencia de centros de salud para distribuirlas, el gobierno de Nuevo León ha fallado en crear conciencia sobre la importancia de la vacunación y en garantizar que todos los niños estén inmunizados desde temprana edad. Las vacunas contra la tos ferina se administran a los 2, 4 y 6 meses de edad, con refuerzos a los 2 y 4 años. Sin embargo, la falta de seguimiento a los esquemas de vacunación y la carencia de campañas informativas efectivas han llevado a una cobertura insuficiente.
El infectólogo pediatra y perinatal Pablo Daniel Treviño Valdez, quien ha observado un aumento significativo de casos de tos ferina, confirma que la falta de cumplimiento con los esquemas de vacunación ha llevado a un repunte en las consultas por esta enfermedad. Treviño destacó que ha visto un incremento de hasta tres veces en comparación con el año pasado, especialmente entre los niños de 2 a 5 años y los adolescentes, dos de los grupos más vulnerables.
El costo de la falta de acción
La falta de intervención del gobierno en materia de prevención está teniendo consecuencias devastadoras para la salud pública de Nuevo León. Si bien los casos confirmados no han alcanzado cifras de alarma en términos de mortalidad, la propagación de la tos ferina entre los grupos vulnerables pone en riesgo vidas, especialmente de los más pequeños. Además, la ausencia de una respuesta efectiva también genera presión sobre el sistema de salud, que podría verse saturado si el brote continúa creciendo.
La urgencia de un cambio en la estrategia sanitaria
El gobierno de Nuevo León debe asumir su responsabilidad y tomar medidas inmediatas para frenar la propagación de la tos ferina y otras enfermedades prevenibles mediante la vacunación. Es fundamental que se intensifiquen las campañas de concientización, especialmente en zonas donde la cobertura de vacunación es baja, y que se garantice la accesibilidad a las vacunas para todos los sectores de la población.
Además, debe haber un enfoque más riguroso en el monitoreo y seguimiento de los esquemas de vacunación, con programas que incluyan recordatorios a los padres de familia y la creación de estrategias que aseguren que nadie quede fuera del sistema de vacunación.
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