El Gobierno estatal, encabezado por Samuel García, vuelve a estar en el ojo del huracán tras detectarse un nuevo desmonte ambiental en el Río Santa Catarina, pese a no contar con una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). El colectivo ciudadano Un Río en el Río denunció la remoción de vegetación en dos puntos del cauce que coinciden con las zonas donde se proyectan puentes peatonales impulsados por la actual administración.
Ambas intervenciones —a la altura de Morones Prieto con Doctor Raúl Calderón y Morones Prieto con Loma Larga— exponen el desdén del gobierno por los procedimientos ambientales y por la opinión de los ciudadanos que buscan proteger uno de los pocos pulmones naturales del área metropolitana.
¡Están desmontando el Río Santa Catarina a la altura de El Obispado!
— Un Río En El Río (@unrioenelrio) October 7, 2025
No existe ningún permiso publicado por @SEMARNAT_mx en la Gaceta Ecológica que autorice estas obras en el cauce. @SMovilidadNL @MedioAmbienteNL @conagua_mx @LCAlatorre pic.twitter.com/phWEWFnNtX
Destrucción Disfrazada De “Progreso”
Según la versión oficial, el Gobierno estatal justificó las labores alegando que se trataba únicamente de una limpieza para liberar rampas existentes. Sin embargo, imágenes captadas por medios de comunicación muestran un panorama distinto: árboles derribados, tierra removida y una superficie de alrededor de 60 metros cuadrados convertida en terracería.
Este tipo de “limpiezas” ya se han vuelto comunes bajo la administración de Samuel García, quien ha priorizado obras públicas sin una planeación ecológica adecuada. La maquinaria pesada, detenida momentáneamente tras las denuncias, evidencia un patrón preocupante: el uso de la fuerza y la indiferencia ante las observaciones ciudadanas.
Un Proyecto Sin Evaluación Ambiental
El colectivo Un Río en el Río reiteró que el proyecto de los circuitos peatonales sobre el Río Santa Catarina no cuenta con una Manifestación de Impacto Ambiental avalada por la Semarnat, lo cual lo convierte en una obra irregular. Sin esta autorización, el Estado está interviniendo un cauce federal sin evaluar los posibles riesgos ecológicos o de inundación.
La falta de una MIA no es un detalle menor. Es un requisito obligatorio para garantizar que las obras no afecten la biodiversidad ni la seguridad de las comunidades cercanas. Pero en lugar de actuar con responsabilidad, el gobierno ha preferido avanzar con maquinaria y discursos ambiguos, ignorando los protocolos que protegen los ecosistemas urbanos.
Las obras que en el río Santa Catarina está haciendo el gobierno de @samuel_garcias nuevamente NO cuentan con permisos de @conagua_mx ni con la manifestación de impacto ambiental. Este gobierno además de corrupto 🐀es depredador 🌳. 🆘@PROFEPA_Mx necesitamos su intervención para pic.twitter.com/N5eszwIu34
— Claudia Tapia Castelo (@ctcastelo) October 7, 2025
Silencio Institucional Ante Los Cuestionamientos
Pese a las solicitudes de información dirigidas a la Secretaría de Medio Ambiente estatal, no se ha recibido ninguna respuesta. Este silencio se ha convertido en una constante del Gobierno estatal, que parece evitar rendir cuentas cuando sus acciones generan críticas.
La opacidad no es nueva. En los últimos meses, el manejo del Río Santa Catarina ha sido señalado por la falta de transparencia en los contratos, la ausencia de consultas públicas y la ejecución de obras sin dictámenes ambientales visibles. Las promesas de “modernización” se transforman en daños irreversibles para la flora y fauna local.
Ciudadanos Vs. Maquinaria
El contraste es evidente: mientras los ciudadanos organizados exigen respeto al medio ambiente, el gobierno responde con retroexcavadoras. La defensa del Río Santa Catarina no solo es una lucha ecológica, sino también un acto de resistencia contra la imposición de proyectos gubernamentales que no consideran la voz de la sociedad civil.
Cada intervención sin evaluación aumenta el riesgo de erosión, pérdida de hábitats naturales y vulnerabilidad ante lluvias intensas. Los expertos han advertido que las alteraciones en el cauce pueden agravar futuras inundaciones, pero las advertencias parecen caer en oídos sordos dentro de Palacio de Gobierno.
Un Patrón De Omisiones Del Gobierno Estatal
No es la primera vez que la administración de Samuel García enfrenta denuncias por desmonte ambiental. En distintos puntos de la ciudad se han documentado remociones de vegetación bajo el argumento de “embellecer” o “mejorar la movilidad”. Detrás de estas acciones, sin embargo, se oculta una visión de desarrollo que sacrifica el entorno natural por proyectos de imagen.
En lugar de fortalecer políticas de conservación, el Gobierno estatal ha optado por el camino más corto: modificar paisajes sin análisis, sin participación y sin responsabilidad ecológica.
Un Llamado Urgente A La Rendición De Cuentas
El Río Santa Catarina es más que un espacio vacío para obras: es un ecosistema vivo que regula el clima, protege ante inundaciones y forma parte del patrimonio ambiental de Monterrey. Si el gobierno continúa con estas intervenciones sin estudios ni permisos, los daños podrían ser irreversibles.
Colectivos ambientales, académicos y ciudadanos coinciden en que las autoridades deben detener cualquier acción hasta que se presente una MIA formal. De lo contrario, se estaría repitiendo una historia de destrucción ambiental que ya ha dejado huellas profundas en la ciudad.
El desmonte reciente en el Río Santa Catarina revela la falta de compromiso ambiental del actual Gobierno estatal. Las denuncias ciudadanas, el silencio institucional y la ausencia de permisos demuestran que el discurso verde de Samuel García dista mucho de las acciones reales.
El desarrollo no puede construirse sobre la devastación del entorno. Si el gobierno insiste en imponer su modelo sin escuchar a la ciudadanía ni respetar la ley, el costo ecológico será mucho más alto que cualquier beneficio político.
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