Durante décadas, Nuevo León se posicionó como motor económico del país gracias a su industria, la llegada de capital extranjero y su mano de obra calificada. Sin embargo, el panorama actual ha cambiado. Hoy, empresarios nacionales e internacionales ponen en duda su permanencia en la entidad debido a las decisiones del gobernador Samuel García.
El contraste entre la imagen que proyecta el mandatario y la realidad que enfrentan los inversionistas revela una crisis de confianza que ha comenzado a cobrar factura. Mientras se presume la llegada de miles de millones de dólares en inversión, las cifras oficiales reflejan un escenario mucho más limitado.
Cifras Infladas Y Promesas Vacías
El gobierno estatal asegura que durante esta administración han entrado más de 68 mil millones de dólares en inversión extranjera. Sin embargo, la Secretaría de Economía federal señala que, en realidad, en tres años solo llegaron 10.2 mil millones.
La diferencia no es menor: significa que casi el 85% de lo que presume el gobernador no existe. Para los empresarios, este tipo de discurso es una señal clara de que no hay seriedad en el manejo de la información económica.
Medio Ambiente Como Instrumento De Presión
A esta incertidumbre se suma el papel que ha jugado la Secretaría de Medio Ambiente. En vez de enfocarse en proteger los recursos naturales, ha sido utilizada como una herramienta para realizar clausuras exprés, aplicar multas infladas y generar un ambiente de presión sobre las empresas.
El nombramiento de Raúl Lozano Caballero al frente de la dependencia ha sido interpretado como una estrategia política más que como una apuesta ambiental. Para muchos empresarios, esta práctica no solo encarece la operación, sino que convierte al estado en un lugar poco atractivo para invertir.
Inversiones Que Migran A Otros Estados
Mientras Nuevo León enfrenta esta crisis de confianza, estados vecinos como Coahuila, Querétaro y Guanajuato aprovechan la oportunidad. Empresas que originalmente planeaban establecerse en la entidad han optado por trasladar su capital hacia estas regiones, donde perciben mayor estabilidad y certeza jurídica.
Cada inversión perdida no solo representa menos empleos, sino también la pérdida de competitividad de una región que alguna vez fue la más fuerte del norte del país.
El Impacto En La Economía Y La Sociedad
La salida de inversiones implica un impacto directo en la generación de empleos, la innovación y el desarrollo de infraestructura. Además, debilita las cadenas productivas locales y genera un efecto dominó que afecta a miles de familias.
El discurso triunfalista de Samuel García contrasta con la realidad que viven las empresas, quienes señalan que las políticas del actual gobierno más que atraer, terminan por ahuyentar a los inversionistas.
Un Futuro De Nuevo León En Riesgo
El reto para Nuevo León es recuperar la confianza perdida. Sin un cambio de rumbo, la entidad corre el riesgo de quedar rezagada frente a otras regiones que hoy reciben lo que aquí se rechaza. Los empresarios insisten en que la transparencia y la seguridad jurídica son indispensables para volver a posicionar al estado como un referente económico.
La pregunta que surge es si habrá voluntad política para corregir el camino o si el costo del protagonismo terminará por condenar a la entidad a perder su lugar como el corazón industrial de México.
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