El municipio de Linares, en la región citrícola de Nuevo León, vive momentos de tensión e indignación tras el asesinato de Juan Pulido Díaz, Secretario del Ayuntamiento y figura clave dentro del gobierno local. El ataque, perpetrado el sábado 8 de junio por la tarde, ocurrió a plena luz del día, justo frente a su domicilio, y fue captado por al menos tres cámaras de seguridad.
El crimen no solo puso en evidencia la vulnerabilidad de las autoridades municipales, sino que también intensificó el clima de inseguridad entre los ciudadanos. El hecho ha generado múltiples reacciones, desde llamados a reforzar la seguridad hasta cuestionamientos sobre la capacidad del gobierno local para enfrentar la crisis.

Violencia e infiltración: crisis profunda en Linares
La seguridad en Linares atraviesa una de sus etapas más críticas. A lo largo del año, los hechos delictivos se han intensificado al punto de evidenciar una profunda descomposición institucional. El asesinato del secretario del Ayuntamiento, Juan Pulido Díaz, marcó un punto de quiebre, sobre todo por ocurrir en la puerta de su propia casa. Aún más alarmante fue que, en pleno velorio y bajo la vigilancia de un operativo estatal, se registrara otro homicidio. La escalada de violencia mostró que ni los funcionarios públicos ni los ciudadanos están a salvo.
La respuesta del Estado llegó apenas después de que se hicieran públicos los señalamientos contra la Policía Municipal por vínculos con el crimen organizado. La Fiscalía detuvo al director de la corporación, Ernesto “N”, y a uno de sus coordinadores, acusados de desaparición forzada. Cinco escoltas también fueron arrestados por el mismo delito. La intervención por parte de Fuerza Civil no solo respondió a esos casos, sino a una serie de eventos acumulados, como balaceras, levantones y operativos con saldo de múltiples detenidos, que dejaron clara la pérdida de control por parte de las autoridades municipales.
Los hechos previos a la intervención estatal fueron diversos: desde cateos en casas ligadas al narcomenudeo, hasta ataques armados a viviendas y agresiones directas a agentes de tránsito y policías municipales. El caso de un hombre desaparecido tras ser detenido por elementos de la Policía de Linares fue otro de los detonantes. La creciente desconfianza ciudadana y la violencia sostenida en la zona citrícola obligaron al Gobierno estatal a tomar medidas drásticas y asumir el mando de la seguridad local, en medio de una situación que, hasta hoy, sigue generando incertidumbre.
Muerte de Juan Pulido
Juan Pulido fue asesinado cerca de las 16:20 horas, en la calle Pablo Salce, entre 5 de Mayo y Niños Héroes. Según reportes oficiales, un sujeto a bordo de una motocicleta se acercó, lo llamó por su nombre y, una vez que salió, le disparó en varias ocasiones. El ataque fue directo y sin margen de defensa.
Las imágenes captadas por cámaras de seguridad de viviendas y negocios cercanos están siendo analizadas por la Fiscalía General de Justicia del Estado, con la esperanza de identificar al agresor. Elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones acudieron a la zona poco después del asesinato para recabar evidencias.
El cuerpo de Pulido fue velado al día siguiente en una funeraria de la localidad, con presencia de familiares, amigos y funcionarios del Ayuntamiento.
Silencio oficial y respuestas tardías
Pese a la gravedad del hecho, la respuesta del gobierno municipal fue limitada. El alcalde Gerardo Guzmán evitó dar declaraciones directas y se limitó a difundir un breve video lamentando la muerte de su colaborador, pidiendo que se permita a la Fiscalía hacer su trabajo.
Este silencio institucional ha generado malestar entre los ciudadanos, quienes esperaban una postura más firme y un compromiso claro con la seguridad pública. La falta de presencia visible de fuerzas federales o estatales en el municipio después del ataque también ha sido objeto de críticas.
Linares exige intervención estatal
Tras el asesinato, diversos sectores de la sociedad han pedido que el Gobierno estatal asuma el control de la seguridad en Linares. Martín Santos Torres, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad, hizo un llamado directo a Fuerza Civil para que intervenga y refuerce las acciones preventivas.
Según Santos, el crimen de Pulido podría estar relacionado con conflictos internos o factores externos aún no esclarecidos, por lo que es urgente que el Estado tome las riendas mientras se desarrolla la investigación. Considera que este caso demuestra que el municipio ya no tiene capacidad operativa suficiente para enfrentar la violencia.
Javier Navarro, Secretario General de Gobierno, lamentó públicamente el asesinato y afirmó que se están realizando todas las diligencias necesarias. Hasta el momento, las autoridades no han confirmado un móvil específico.
¿Qué sigue para Linares tras este crimen?
La ejecución de un funcionario de alto rango frente a su casa deja más preguntas que respuestas sobre la seguridad en Linares. Para muchos ciudadanos, este hecho simboliza el deterioro del orden público y la urgente necesidad de replantear la estrategia estatal de seguridad en municipios con creciente presencia del crimen organizado.
Para conocer más lee el siguiente artículo: Cámaras captaron la ejecución de Juan Pulido Díaz, secretario del Ayuntamiento de Linares