- Carretera Interserrana Y Promesas Iniciales Frente A Un Proyecto Estancado
- Nuevo Escenario Para Una Obra Que Acumula Dudas
El anuncio de que el Estado recurre a socio privado para continuar la Carretera Interserrana confirmó un nuevo giro en un proyecto que ha enfrentado atrasos, promesas fallidas y decisiones contradictorias. La administración estatal asegura que este modelo permitirá destrabar la obra. Sin embargo, el cambio reabre cuestionamientos sobre la estrategia, el financiamiento y la ejecución del tramo más complejo.

Carretera Interserrana Y Promesas Iniciales Frente A Un Proyecto Estancado
La Interserrana nació como una obra prioritaria. Conectaría Montemorelos y Galeana a lo largo de casi 90 kilómetros. Con ese objetivo, el gobierno estatal anunció en repetidas ocasiones el inicio inminente del tramo central. No obstante, las fechas han cambiado y la obra no avanza. Esta situación llevó al Estado a modificar nuevamente su postura y optar por un socio privado para construir la parte más costosa.
Los primeros anuncios incluyeron incluso la posibilidad de convertir la Interserrana en un “proyecto presidencial”. El planteamiento se repitió después del triunfo de Claudia Sheinbaum. Pero ese escenario no se materializó. Más tarde, el gobernador habló de un apoyo federal de 7 mil 500 millones de pesos. Ese compromiso tampoco se volvió a mencionar de forma oficial.
Pese a estos mensajes, las licitaciones no avanzaron. Los trabajos no iniciaron. La ciudadanía permaneció a la espera de un plan concreto. Esta falta de claridad terminó por abrir la puerta a un modelo distinto que cambia las reglas de la obra.
La Red Estatal de Autopistas confirmó este nuevo esquema mediante una convocatoria publicada en el Periódico Oficial. Esto marcó un cambio definitivo en la ruta administrativa del tramo pendiente.
Convocatoria Acelerada Y Selección Directa Del Inversionista
El proceso lanzado por la REA indica que no se trata de una licitación ordinaria. El inversionista será elegido de manera directa. Esto implica que el Estado delegará al sector privado el diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento del tramo central por cuarenta años.
El anuncio llamó la atención por la velocidad con la que se realizará el proceso. Los interesados tienen ocho días para registrarse y un mes para entregar su propuesta. Para especialistas, este plazo resulta limitado ante la magnitud del proyecto. La obra incluye dos túneles, doce puentes y casi cuarenta kilómetros de infraestructura en zona montañosa.
El modelo también exige que el socio privado entregue el proyecto ejecutivo, el análisis de costo-beneficio y el mecanismo legal de la asociación. Además, debe asumir la liberación del derecho de vía. La convocatoria permite cualquier estructura contractual. Esta amplitud genera dudas sobre la claridad jurídica del proceso.
A esto se suma la ausencia de una explicación sobre el registro del proyecto ante Hacienda. Si la obra se financiará con capital privado, los especialistas consideran necesario aclarar por qué fue necesario ese trámite.
Incluso el titular de la REA evitó comentar las razones. Solicitó preguntas por escrito y no respondió posteriormente. Esto incrementó la incertidumbre acerca del fundamento y justificación del nuevo esquema.

Tramo Más Difícil De Construir En La Carretera Interserrana
El tramo central ha sido el mayor desafío. Es el único segmento sin avance físico. Los extremos ya tienen obras en marcha. Sin embargo, la parte media exige una inversión estimada en más de 20 mil millones de pesos por su complejidad técnica.
Los permisos ambientales otorgados por Semarnat señalan que esta sección podría tardar más de cinco años en construirse. Esta duración contrasta con los mensajes del gobernador, quien afirmó recientemente que los trabajos iniciarían en diciembre. El calendario de la convocatoria demuestra que esto no será posible.
Los cambios de posición han sido comunes desde 2023. Primero se mencionó el apoyo federal. Después, se habló de trámites acelerados. Más adelante, se aseguró que la construcción era inminente. Ninguna de estas declaraciones se ha reflejado en acciones verificables.
La falta de consistencia se convirtió en uno de los principales cuestionamientos públicos. Por ello, el nuevo modelo con un socio privado se interpreta como un intento por reencauzar una obra que no logró consolidarse bajo gestión pública.
Nuevo Escenario Para Una Obra Que Acumula Dudas
La decisión de que el Estado recurre a socio privado coloca la Interserrana en un nuevo escenario. El gobierno estatal trabaja en los extremos de la ruta. No obstante, el corazón de la obra sigue sin iniciar. La ciudadanía ha observado cómo los anuncios se ajustan constantemente sin resultados concretos.
En este contexto, la convocatoria plantea interrogantes importantes. ¿Por qué se anuncia financiamiento federal y luego se corrige el mensaje? ¿Por qué se registra ante Hacienda un proyecto que supuestamente no usará recursos públicos? ¿Por qué la convocatoria permite un margen tan amplio en las estructuras legales posibles?
La obra pretende ser una vía estratégica entre Montemorelos y Galeana. Pero para lograrlo, el tramo central debe comenzar con un plan sólido, transparente y viable. Sin embargo, las decisiones recientes no han disipado la incertidumbre. Al contrario, han creado nuevas interrogantes sobre la capacidad del gobierno estatal para dirigir un proyecto de esta escala.
Mientras tanto, el futuro de la Carretera Interserrana depende ahora de un inversionista cuyo papel será determinante en la construcción, operación y mantenimiento de la vía durante décadas. El resultado final dependerá de la claridad con la que se maneje este proceso.
Y si bien el cambio de modelo puede ofrecer una salida, también muestra que el esquema inicial no funcionó. Por ello, la ciudadanía espera explicaciones más detalladas que permitan comprender cómo se llegó a este punto y por qué las etapas previas no avanzaron como se prometió.
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