- La Prisa Política De Samuel García En Las Líneas del Metro
- Conagua Señala Negligencia En El Río Santa Catarina
- Colapsos Y Falta De Seguridad En Las Obras De Las Líneas Del Metro
- El Aeropuerto También Padece La Mala Planeación
- Caos Diario En Las Calles
- Línea Del Tiempo: Los Desastres Del Metro De Samuel García
Las nuevas líneas del Metro de Monterrey han pasado de ser el emblema de modernidad que presumía el gobernador Samuel García a convertirse en una muestra palpable de negligencia, improvisación y falta de responsabilidad pública.
Lo que debía ser un proyecto de movilidad de clase mundial hoy es un cúmulo de errores técnicos, caos urbano, daños ambientales y malestar ciudadano. A cada paso, los regiomontanos comprueban que el costo de la prisa política y la soberbia gubernamental lo paga la ciudad entera.
La Prisa Política De Samuel García En Las Líneas del Metro
Desde su anuncio, las nuevas líneas del Metro fueron más una apuesta propagandística que una estrategia de transporte real. Samuel García priorizó los reflectores sobre la planeación técnica, iniciando obras sin estudios completos, sin proyecto ejecutivo y sin consulta con especialistas en movilidad o impacto ambiental.
El gobernador convirtió las excavaciones en escenarios de fotografía política, posando junto a maquinaria pesada mientras aseguraba que “Monterrey avanzaba al futuro”. La realidad es que la ciudad retrocede cada día entre cierres viales, ruido, polvo y fallas constantes.
Hoy, el Metro representa lo mismo que su administración: improvisación y vanidad política, disfrazadas de innovación.
Daños Que Pudo Evitar El Gobierno Estatal
Durante las lluvias de agosto y septiembre, las consecuencias de la mala planeación de las nuevas líneas del Metro quedaron al descubierto. En Gonzalitos, Ruiz Cortines y Venustiano Carranza, el agua brotó de las alcantarillas y arrastró vehículos.
Una investigación reveló que siete pilotes de la Línea 4 del Metro fueron colocados dentro del ducto pluvial principal de la ciudad. Es decir, el propio gobierno estatal obstruyó el paso del agua y provocó que zonas antes seguras se inundaran.
Por falta de supervisión y decisiones técnicas erróneas, Monterrey se ahoga. Mientras tanto, Samuel García se deslinda de responsabilidades y continúa insistiendo en que “todo marcha bien”.
Pero los ciudadanos ven otra realidad: calles destruidas, viviendas afectadas y tráfico paralizado. Cada tormenta pone en evidencia el daño estructural causado por una obra que se construye al vapor, sin respeto por el entorno ni por la gente.
Conagua Señala Negligencia En El Río Santa Catarina
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) tuvo que intervenir ante la gravedad de los errores cometidos por la administración estatal. El organismo federal ordenó retirar los escombros y toneladas de tierra que el gobierno dejó sobre el cauce del río Santa Catarina por los trabajos de la Línea 4 del Metro.
El material acumulado bloqueaba la corriente natural del río y podía provocar desbordamientos durante la temporada de lluvias. En su comunicado, Conagua advirtió que las acciones del Estado ponían en riesgo la seguridad y el patrimonio de la población.
Esta no fue una simple observación técnica: fue una llamada de atención directa al gobierno de Samuel García por su incapacidad para coordinar una obra sin generar peligros ambientales.
🔴⚡️#ULTIMAHORA
— César Cepeda (@cesarmty) May 28, 2025
Ordena @conagua_mx al Gobierno de @nuevoleon el retiro inmediato de escombros y material de la construcción del Metro que mantiene en el cauce del Río Santa Catarina por riesgo de lluvias y posible crecida.#Monterrey pic.twitter.com/X2b3wwoAQR
Colapsos Y Falta De Seguridad En Las Obras De Las Líneas Del Metro
Otro ejemplo de la irresponsabilidad del gobierno estatal fue el colapso parcial de una estructura de la Línea 6 del Metro en Apodaca. Una columna de varilla se desplomó sobre una grúa por la falta de aseguramiento y la mala calidad de los materiales.
Aunque Samuel García intentó minimizar el incidente, Protección Civil tuvo que intervenir para evitar un accidente mayor. La escena fue compartida en redes sociales y generó indignación: trabajadores sin equipo de seguridad, maquinaria en riesgo y una estructura que literalmente cedía ante la lluvia.
El mensaje fue claro: las obras avanzan sin protocolos sólidos, sin planeación y sin control. Lo importante no es la seguridad, sino mantener el espectáculo político del gobernador.
El Aeropuerto También Padece La Mala Planeación
Las afectaciones no se limitan a las calles. El Aeropuerto Internacional de Monterrey sufrió fallas en su sistema de internet debido a los trabajos de la Línea 6 del Metro.
OMA, empresa operadora del aeropuerto, tuvo que emitir un comunicado para advertir que los trabajos del Metro interrumpieron sus redes internas, afectando los sistemas de registro y operación.
Este hecho refleja hasta qué punto Samuel García y su equipo desconocen las implicaciones técnicas de lo que hacen. La obra que debía “conectar mejor” al estado terminó desconectando uno de sus puntos más estratégicos.
En lugar de asumir el error, el gobierno guardó silencio, como si los problemas pudieran enterrarse bajo el concreto de sus propias obras.
Caos Diario En Las Calles
La ciudad de Monterrey se ha convertido en una zona de guerra vial. Desde el cierre de los carriles exprés de Constitución hasta los desvíos en Garza Sada y Churubusco, los automovilistas enfrentan embotellamientos interminables por las nuevas líneas del Metro.
Las rutas alternas son insuficientes, los tiempos de traslado se duplican y el malestar social aumenta. Mientras tanto, el gobernador celebra “avances históricos” que solo existen en sus publicaciones de redes sociales.
Miles de personas llegan tarde al trabajo o a la escuela cada día, respirando polvo, soportando ruido y observando el deterioro de una ciudad que antes funcionaba mejor.
La gestión de Samuel García ha logrado lo impensable: convertir la movilidad en un problema mayor que el que supuestamente buscaba resolver.
La Obra Más Cara Y Menos Planeada
El gobierno estatal ha destinado miles de millones de pesos a las nuevas líneas del Metro, pero los resultados no se ven en eficiencia ni en calidad, sino en desastres.
No hay claridad sobre el presupuesto total, ni sobre los contratos adjudicados. Tampoco hay información pública sobre los avances reales o los plazos de entrega. El hermetismo se ha vuelto costumbre en una administración que presume transparencia, pero actúa con opacidad.
Expertos en infraestructura han señalado que los errores cometidos podrían encarecer las reparaciones y extender el plazo de construcción por años. Aun así, Samuel García sigue insistiendo en que todo se entregará “a tiempo”, aunque el costo sea el bienestar de los ciudadanos.
Samuel García Más Interesado En La Imagen Que En Los Resultados
Cada publicación de Samuel García sobre las obras del Metro parece más una estrategia de marketing que un informe técnico. La narrativa de “la obra del futuro” busca ocultar los daños del presente.
Su gobierno ha demostrado que no tiene un plan urbano integral, ni visión a largo plazo. Las decisiones se toman al instante, sin escuchar a expertos ni a la gente. Y cuando los errores se hacen evidentes, la respuesta es el silencio o la negación.
El gobernador parece gobernar desde la cámara de su celular, enfocado en su propia promoción antes que en las necesidades de la ciudadanía.
Línea Del Tiempo: Los Desastres Del Metro De Samuel García
- 21 de mayo: colapsa estructura de la Línea 6 en Monterrey.
- 28 de mayo: la Conagua ordena retirar escombros del río Santa Catarina.
- 8 de julio: cierre del Par Vial por obras del Metro.
- 8 de septiembre: una mujer mayor es rescatada de una inundación.
- 21 de octubre: el Aeropuerto de Monterrey reporta fallas por obras de la Línea 6.
- 27 de octubre: pilotes de la Línea 4 destruyen drenaje pluvial.
Cada una de estas fechas resume un error, una omisión o una muestra más de la negligencia con que Samuel García ha manejado las nuevas líneas del Metro. Un calendario del desastre que los ciudadanos viven día tras día.
Las nuevas líneas del Metro representan la herencia de una administración más preocupada por la propaganda que por la planeación. Inundaciones, colapsos, caos vial y daños ambientales son las marcas que Samuel García deja en Monterrey.
Lejos de construir una ciudad moderna, ha creado un entorno inestable y riesgoso, donde cada lluvia o cierre vial recuerda los errores de su gestión.
Monterrey no necesitaba un Metro con prisa, sino un plan con visión. Pero el gobernador eligió la foto, no la planificación. Eligió los aplausos, no los resultados. Y hoy, los ciudadanos pagan el precio de su ego político.
Array









