La reciente auditoría de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló un nuevo caso de mal uso de recursos públicos en Nuevo León, elevando la preocupación ciudadana sobre la transparencia en el manejo del presupuesto estatal. De acuerdo con el informe correspondiente a la Cuenta Pública 2024, se detectaron anomalías millonarias por 25.6 MDP que debieron destinarse a fortalecer la educación y programas de asistencia social.

Recursos sin comprobar y beneficiarios inexistentes
El Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) fue uno de los principales focos de observación. Este fondo tiene como objetivo mejorar la infraestructura educativa y apoyar proyectos sociales. Sin embargo, el gobierno estatal no pudo comprobar el destino de 24.7 millones de pesos. Además, se identificó que 218 mil 900 pesos fueron entregados a personas que ya habían fallecido, un grave indicio de errores en la actualización de padrones y falta de control en la distribución de apoyos.
El hecho de que se hayan entregado recursos a beneficiarios inexistentes no solo refleja descuido, sino que alimenta la percepción de corrupción y de un manejo irresponsable de fondos públicos que deberían beneficiar a la población más vulnerable.
Personal sin perfil adecuado
La ASF también encontró irregularidades en el Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos. En este apartado, se reportaron pagos por 678 mil 600 pesos a seis trabajadores que no cumplían con el perfil académico requerido. Esta situación compromete la calidad de los servicios educativos y plantea dudas sobre los criterios utilizados para la contratación de personal.
Contratar empleados sin la preparación adecuada puede traducirse en programas mal ejecutados y en un menor impacto social. La educación es una herramienta clave para el desarrollo de la comunidad y, al comprometerla, se limita el acceso de miles de ciudadanos a mejores oportunidades.
Nuevo León entre los más señalados
Según el reporte de la ASF, Nuevo León se posiciona como el quinto estado con mayores montos observados por irregularidades en 2024, por debajo de entidades como Jalisco, Veracruz, Oaxaca y Morelos. Este lugar refuerza la necesidad de fortalecer los mecanismos internos de control y auditar con mayor rigor la aplicación de los recursos públicos.
Este escenario también puede tener repercusiones negativas en la llegada de futuros recursos federales, ya que la falta de confianza y la mala reputación pueden condicionar las asignaciones y convenios futuros. La población, por su parte, observa con preocupación cómo los recursos que deberían llegar a escuelas, hospitales y programas de apoyo social se pierden en prácticas administrativas deficientes.
Rendición de cuentas por anomalías millonarias
A raíz de estas irregularidades, la ASF emitió pliegos de observaciones y promovió acciones fiscales que obligan al gobierno estatal a aclarar el destino de los fondos o devolverlos a la Federación. La sociedad, por su parte, exige mayor transparencia y sanciones ejemplares para evitar que se repitan estos actos.
Especialistas en administración pública advierten que, además de la devolución de recursos, se deben implementar medidas correctivas que incluyan la capacitación constante de funcionarios, actualización de padrones de beneficiarios y fortalecimiento de las auditorías internas. La rendición de cuentas no debe ser vista como un requisito burocrático, sino como un compromiso real con la ciudadanía.
Garantizar el uso correcto de cada peso destinado a la educación y asistencia social es fundamental para atender las necesidades más urgentes de la población y reducir la desigualdad. Cada peso mal usado es un obstáculo para el desarrollo social y económico del estado.
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